”Él es la imagen del Dios invisible, el Primogénito de toda la creación, porque en él fueron creadas todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, los seres visibles y los invisibles, Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él”. (Col 1, 15 -16)

En esta oportunidad, Iglesia Millennial entrevistó a Diego Levy el director argentino del documental Juan Sebastián que plasma la conversión del líder de los Ratones Paranoicos.
Juan Sebastián Gutiérrez, más conocido como Juanse, inicia el documental leyendo un pasaje de la epístola de San Pablo en la comunidad Jesús Pan de Vida del padre Fernando Abraham, ubicada en el barrio de Piñeiro, en Avellaneda. Al terminar la celebración eucarística se dirige a un local nocturno donde lo avivan como en sus épocas gloriosas. Allí, da un show íntimo para sus fans.
En el desarrollo del documental, se abre un diálogo locuaz y confrontativo con un personaje entrañable, su madre. Ella nos regala un relato pormenor de la infancia y adolescencia del músico. Juan Sebastián crece en el barrio de Villa Devoto y a los 8 años comienza a tocar la guitarra. También escucha Debussy y Stravinsky. A los 10, al pasar por la puerta de una disquería, le pide a su padre que le compre un disco de los Rolling Stones. Entre sus bandas nacionales preferidas se encuentran Pappo Blues y Pescado Rabioso.
Su evangelio sigue siendo el Rock & Roll, asegura Juanse, que no se transformó sino se convirtió al catolicismo en plena enfermedad de su amigo, el flaco Alberto Spinetta, y una crisis personal.
Pero, ¿quién jugó un papel preponderante en su conversión? Nada menos que Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás. Una imagen de la Santísima Virgen, luego de un viaje a San Nicolás de los Arroyos, es el motor de un llanto sanador y liberador en su vida. Sus palabras son contundentes: “Ahí, en ese momento, te encontrás con el más grande… (se congoja y queda en silencio unos instantes) Sin Cristo no hay vida”.
Las secuencias más emocionantes del film son el viaje a Ciudad del Vaticano para encontrarse con el papa Francisco, y un retiro espiritual en la Abadía de Los Toldos junto al monje benedictino Mamerto Menapache. El sacerdote afirma alegremente: “Se trata de vivir como siempre viviste, pero santificando”. Y Juanse, actual estudiante de teología, es consciente de eso y es él mismo su mejor testimonio.
Una mirada introspectiva, reflexiva y audaz que traspasa pantalla grande para llegar al corazón de los espectadores. Juan Sebastián, el documental se proyecta en el MALBA (Av. Figueroa Alcorta 3415) todos los domingos de noviembre a las 20. El costo de la entrada es $120. En su última exhibición, el domingo 24, estarán presentes Juanse y su madre.
A continuación, compartimos el diálogo con el director del documental, Diego Levy:
- ¿Cómo te definís profesionalmente?
Me defino como fotógrafo y cineasta también. Tengo formación fotográfica. Durante muchos años me dediqué a la fotografía y empecé a incursionar en el mundo audiovisual hace unos 7 u 8 años atrás.
- ¿Qué te atrajo de Juan Sebastián? ¿Qué información previa tenías de él? ¿Habías escuchado Ratones Paranoicos en tu juventud?
Muchas cosas me atrajeron de Juan Sebastián. Fundamentalmente su conversión. Me parecía que ahí había una gran historia. Por otro lado, soy fanático de él y de su música, lo conozco desde mi adolescencia. Ratones Paranoicos fue una banda que seguí durante muchos años. Podemos decir que se dio una especie de combo. Me interesaba mucho hacer esta película y contar su historia de conversión. Una historia con relación a una persona que había transitado por el mundo del rock y sus excesos. Tenía una necesidad muy importante de manifestar su amor por Jesucristo y su cambio rotundo. Y, a su vez, seguía siendo la misma persona, seguía tocando las mismas canciones, haciendo la misma música, prendiéndose fuego a la misma guitarra todos los fines de semana. Ahora la diferencia está en que estudia teología, va a la Iglesia…
- ¿En qué momento o etapa de trabajo sentiste que el documental era viable?
El primer día que me encontré con él, sentí que la historia era viable. Le dije a Juanse que quería contar su transformación y él me corrigió. Me explicó que no se había transformado en nada, se trataba de una conversión. Al oír estas palabras, advertí que ahí había una historia. En ese pequeño intercambio inicial se contaba mucho de lo que yo quería.



- ¿Qué va a descubrir el espectador ante la pantalla grande?
El espectador va a conocer un personaje que, si bien es muy conocido y popular por todos, se construye a sí mismo. Nadie se toma su conversión religiosa de manera seria y profunda, al menos como yo la he enfocado. En ese sentido, van a ver una persona totalmente sincera, honesta y valiente que manifiesta algo que no es políticamente correcto para una estrella de rock. Realmente le ha costado mucho. Ha pagado un precio muy alto por su conversión porque mucha gente lo cuestiona, lo critica y, sin embargo, ha salido adelante. Y ésto es algo que yo admiro y respeto mucho.
- ¿Cuál es la devolución del público?
La devolución del público es impresionante. Gusta mucho la película. Muchos fans se lo agradecen, muchos otros (que no lo son) también. Sean simpatizantes o no terminan entendiendo aquello que le pasó a Juanse y congenian en este punto. ¡Todo resulta muy importante para mí!
- Para cerrar, ¿qué te dejó Juan Sebastián, el documental?
Juan Sebastián me da mucha satisfacción, me deja mucho orgullo haberlo podido encarar, me regala una alegría enorme haber conocido a Juanse y darlo a conocer. Sencillamente, contar su historia para que la gente pueda empatizar con su experiencia. En fin, me dejó mucho. Ésta es mi quinta película y ésta es y será siempre una película muy especial para mí.


