Caridad: un amor que se derrama

La caridad es la esencia de Dios, su naturaleza. Él es todo misericordia y caridad que se nos derrama, que se comunica, que entra en comunión con nosotros y nos envía a amar al mundo con ese mismo amor. La caridad, entonces, también es misión de amor que acoge, mira, llena de dignidad y actúa para y por el bien de todos. Es amor que puede amar a todos porque es amor a imagen y semejanza del mismo Dios.

Cada uno de nosotros es canal por donde el amor de Dios se derrama

Cada uno de nosotros es canal por donde el amor de Dios se derrama. Tu vida, tu testimonio pueden acercar a quienes te miran, te rodean, te conocen, a descubrir un Dios de bondad infinita. La caridad que ese Dios ha puesto en tu corazón no es para que te la guardes o la escondas, esa caridad es luz que quiere salir para iluminar a otros. Iluminar a través del servicio, la escucha, la compañía, el consejo y tantas maneras que tenemos de ayudar a los demás.

Sé que esta misión no siempre es fácil, vivir la caridad nos compromete enteramente con nuestros hermanos, principalmente, con los más necesitados. La caridad no corre la mirada cuando la necesidad de un hermano reclama de frente y con urgencia una injusticia. La caridad se hace cargo con el amor del prójimo que nos demanda -hoy- con rostro de pobre.

Estamos llamados a implicarnos en primera persona.

Estamos llamados a implicarnos en primera persona. No se trata solo de pasar y acoger o dejar limosna, se trata también de quedarse y derramar ese amor que viene de Dios, que no descansa hasta lograr reparar la dignidad de todo hombre dañado, necesitado. Si Dios es todo misericordia y caridad para con nosotros, no podemos ser indiferentes a tantas vidas vacías que aún no conocen el amor verdadero.

Pidamos al Señor que nos regale la fuerza interior que necesitamos para dar testimonio de la caridad que nos predispone a vivir el servicio a los demás con entusiasmo y responsabilidad. Que cada uno pueda hacer carne esta misión de amor que nos interpela a salirnos de nosotros, venciendo todo tipo de egoísmos para amar a todos sin excluir a nadie.

Amén.

Deja un comentario