Durante veintisiete días de verano, se reunieron en una pequeña aldea del norte de España, unos 300 actores aficionados, con 40 personas que formaron el equipo técnico, más otras tantas que se encargaron de la escenografía, las luces y el vestuario, para dar rodaje a la película “Garabandal, sólo Dios lo sabe”.

Rafael Samino Arjona, junto a su esposa, Esmeralda Pérez Ortega, y cuatro de sus seis hijos, fueron una de las familias que formaron parte de esa comunidad que se reunió durante casi un mes, para llevar a la pantalla grande las más de dos mil apariciones de la Virgen María a cuatro niñas de San Sebastián de Garabandal, en la comunidad autónoma de Cantabria, entre 1961 y 1965.

El matrimonio hoy se encarga de la difusión de la película en medios de comunicación, con el objetivo de darla a conocer en distintos países. En este contexto, Iglesia Millennial tuvo la oportunidad de conversar con Rafael Samino Arjona, y conocer sus impresiones como actor y agente de prensa de este largometraje que ya cuenta con más de 225.000 espectadores a nivel mundial.

Dirigida por el joven americano Brian Alexander Jackson, seminarista de 30 años, el film de 96 minutos narra la historia de cuatro niñas, de once y doce años que, en una aldea perdida en el espacio, el tiempo, y la historia de España, son elegidas por la Virgen María para mostrarse bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen.

En la Argentina, la película se estrena el próximo jueves 9 de mayo y se proyectará en seis salas de Buenos Aires: Hoyts Abasto, Hoyts Quilmes, Hoyts Temperley, Cinemark Tortugas, Hoyts Moreno, Cinemark Malvinas Argentinas. En el interior del país, se presentará en Hoyts de Rosario; Cinemark Palmares de Mendoza; Hoyts de Salta; Cinemark de Neuquén, y Hoyts Patio Olmos, en Córdoba. Comprá tus entradas acá.

¿Qué significó participar como actor en la película “Garabandal, sólo Dios lo sabe”?

Puedo definirlo en una palabra: desproporción. Que todo un equipo actores, de dirección, producción, luces, sonido, maquillaje y vestuario, totalmente ajenos al mundo del cine, hayamos sido capaces de ponernos en manos de nuestra Madre, para que ella saque lo mejor de nosotros. Que hayamos llevado a la gran pantalla una película que en sus primeras semanas de estreno tuvo más de 36.000 espectadores, estando en los mejores rankkings, y compitiendo con películas que tienen millones de euros de presupuesto. Que esta película sea capaz de producir en tantas almas, en sitios tan distintos, una reacción tan fuerte, a mí me parece increíble y, sin dudas, desproporcionado.

Que esta película sea capaz de producir en tantas almas, en sitios tan distintos, una reacción tan fuerte, es increíble y desproporcionado.

¿Cómo se forma el grupo de actores aficionados que actúa en la película?

Todos los actores venimos de distintos sectores y de distintas partes de España. No hay un movimiento de seguidores de la Virgen de Garabandal, sino que el nexo que nos une fue el amor entrañable por nuestra Madre. Quienes recibimos la propuesta de Brian Jackson, el director, fuimos un grupo reducido. Luego se fue extendiendo a amigos y conocidos.

¿Cómo recuerdas un día de rodaje?

Vivimos un mes fuerte de convivencia. Cada día empezábamos con la Eucaristía, teníamos la oración en el centro. Luego rezábamos el rosario y la liturgia de las horas. Cada vez que una escena no salía bien, el director cortaba y nos hacía decir una jaculatoria: “Madre ayúdanos a transmitir tu bendición a través de la película”. En la oración estuvo la clave del éxito de la película.

¿Qué ocurre en el espectador que va a ver “Garabandal, sólo Dios lo sabe”?

Aquí no vendrán a ver a grandes actores, ni grandes efectos especiales. Vendrán a ver una banda sonora increíble, unos paisajes espectaculares y el rostro de la Virgen María. En su rostro, hay una conexión tal entre el hijo y la madre, que el espectador será interpelado para dar un giro de 360° en su vida. Va a sentir un deseo grande de saber qué es lo que pasó en Garabandal. Luego, querrá darlo a conocer, produciendo un efecto multiplicador.

María no ha venido a Garabandal a entretener. El fenómeno de Garabandal es Cristo céntrico: nuestra Madre nos hace un llamamiento para que le demos más importancia a la Eucaristía, a la conversión, al sacrifico, a la penitencia, a que seamos muy buenos. Ella se muestra como intercesora, como modelo, como maestra.

La Virgen dijo a las niñas: “No las miro a ustedes, miro a mis hijos”; y en ese “mis hijos”, estamos cada uno de nosotros.

La Virgen dijo a las niñas: “No las miro a ustedes, miro a mis hijos”; y en ese “mis hijos”, estamos cada uno de nosotros. Nuestra Madre está utilizando su película para provocar en sus hijos, los espectadores, un cambio de vida. Ella tiene un proyecto para cada uno de nosotros, y depende de nuestra respuesta que ese proyecto se realice.

¿Ha cambiado tu vida espiritual luego de formar parte de la película?

Todo esto empezó siendo un juego: entrar en el mundo desconcertante del cine, tener que vestirme de sacerdote, aprenderme el papel y ponerme frente a la cámara. Pero luego, eso ha sido totalmente absorbido por la segunda etapa: que llegue a la gran pantalla, el efecto en los espectadores, que te traslade a los años 60, sentirte un privilegiado al ser testigo directo de lo que allí ocurrió, y recibir una bendición personal de la Virgen.

¿Qué se siente formar el equipo de prensa?

Nos han encomendado esta increíble tarea, hemos viajado dando a conocer y promocionando la película, y esto nos está haciendo sentir muy queridos por nuestra Madre. Con mi esposa, estamos viviendo uno de los momentos más dulces de nuestra vida a nivel espiritual.

Con mi esposa, estamos viviendo uno de los momentos más dulces de nuestra vida a nivel espiritual

Todo este tiempo de maduración y marketing, de difundir la película, hace que nuestro corazón se habrá más a María. Lo estamos viviendo con mucha intensidad y se compara con lo que vivieron las cuatro niñas con la Virgen. Pensar esto me fascina, porque veo un paralelismo real entre lo que ocurrió en Garabandal y lo que está sucediendo con la película “Garabandal, sólo Dios lo sabe”. 

¿Cómo ha sido interpretar al padre Don Valentín?

He disfrutado mucho siendo el cura del pueblo, y fue un personaje a mi medida, porque Don Valentín tuvo muchas dudas, mucho respeto humano y muchos temores, y yo soy así. Pero lo importante no es el papel que yo haya hecho, porque la Virgen le ha dado a cada actor el papel que nos correspondía, el papel que podía sacar lo mejor de cada uno.

Aquí pongo cara por todos los actores que participaron en la película, o los que participaron detrás de escena, por quienes dejaron su tiempo y sus vacaciones para estar pendiente de cada detalle. Al mismo tiempo, personas que no conozco, voluntarios que se han dejado la piel para que la película llegue a su ciudad, repartiendo flyers en sus parroquias y grupos de WhatsApp.

Porque somos como un puzzle, que nuestra Madre está haciendo, y si falta una pieza estará incompleto. Por eso, lo importante es que cada uno de lo mejor de su papel, para que este mensaje de amor personal para cada hombre pueda llegar, cuando Dios lo quiera.

Nuestra Madre sacó lo mejor de cada uno, y nos hizo entender que Ella es la auténtica protagonista de toda esta historia.

Nuestra Madre sacó lo mejor de cada uno. Nos ayudó a ponerla en el centro y nos hizo entender que Ella es la auténtica protagonista de toda esta historia. Y que nosotros somos unos privilegiados, porque Ella, desde una misericordia infinita, nos está utilizando este momento tan crucial de la historia de la Iglesia y de la salvación.

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9 comentarios sobre “Garabandal: «En la oración, la clave del éxito»

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