¡Feliz Pascua! Primero, lo importante… Aunque… esperá, bancá… las palabras tienen que tener un sentido, ¿no? ¿Qué estamos queriendo decir con feliz Pascua? ¿Qué significa, en el fondo, que Jesús resucitó? ¿Y en qué me afecta a mí algo que pasó hace 2000 años? Son preguntas totalmente válidas y necesarias… Quizás ya tenés una respuesta para cada una de ellas. Pero año a año vamos adentrándonos más y más en este misterio tan grande que nunca vamos a poder agotar. Por eso, no está mal preguntarse nuevamente estas cosas…
Creemos que Jesús venció a la muerte. No con las armas convencionales que conocemos, sino con aquellas de las que habla San Pablo: el cinturón de la verdad, la coraza de la justicia, el calzado de la paz, el escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu (cf. Ef 6, 14-17). Claro está que falta la más importante, sin la cual todas estas armas no sirven para nada: el amor (cf. 1 Co 13, 1-3).
Dios, por amor, asumió toda nuestra condición humana. Todas las realidades más difíciles y duras las asumió (excepto el pecado porque no es compatible con Dios… si lo fuera, lo hubiera hecho, seguro…). Y así, las quiso transformar, las quiso hacer surgir de una manera distinta, nueva. Las quiso resucitar. En estos días pudimos ver a Jesús en algunas de estas situaciones: la traición de los amigos, el abandono, la injusta condenación, la prisión, la calumnia, el dolor físico, la sed y hasta la misma crisis de fe: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mc 15, 34). Y, claro está, también la muerte. Jesús, el mismo Dios, pudo no haber padecido todo eso. Pero quiso asumir todas estas realidades para poder acercarse lo más posible a nosotros y, así, darnos una nueva vida, resucitando esas realidades tan duras que nos hacen sufrir. Por eso, año a año, celebramos la Pascua. Celebramos que Jesús venció una vez y para siempre, y que Él está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28, 20).
Quizás estemos pasando un momento duro que traba nuestra vida, que no permite que nos alegremos en esta Pascua. La invitación que Jesús nos hace es a unirnos a Él, que ya asumió ese momento duro que estamos pasando (pensá en Su vida y vas a ver que en algún momento lo vivió), para que lo pueda transformar, resucitar. Y, ¿de qué manera? ¿Qué significa resucitar? Te tiro un #DatoNerd: ¿Viste que los evangelios están escritos en griego? (Si no lo sabías, ahora lo sabés :D). Bueno, se usan dos palabras para hablar de la resurrección. Una significa levantarse, ponerse de pie. La otra, significa despertarse. Cuando Jesús sana, muchas veces dice: “Levántate, tu fe te ha salvado”. Eso es lo que quiere, que tengamos fe para ponernos de pie y seguir adelante. Que nos despertemos de ese sueño, de esa anestesia que nos paraliza con su miedo. ¿Qué es lo que hace el Jesús resucitado? Se acerca a los discípulos angustiados que escapan hacia Emaús y les hace arder el corazón. Se aparece a los discípulos encerrados en cuatro paredes y les dice una y otra vez: “La paz esté con ustedes… no teman… alégrense”.
Esa es la propuesta para esta Pascua, que demos un paso (eso significa Pascua) en nuestra vida. Nada nos puede detener. Tenemos las armas. Tenemos a Jesús. Como dice de manera épica San Pablo: “¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? ¿Las tribulaciones, las angustias, la persecución, el hambre, la desnudez, los peligros, la espada? Pero en todo esto obtenemos una amplia victoria, gracias a aquel que nos amó. Porque tengo la certeza de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes espirituales, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor.” (Rm 8, 35-39).
¡NADA NOS PUEDE SEPARAR DEL AMOR DE JESÚS! ¡Ni la cuarentena! Por eso, en este tiempo de aislamiento social, preventivo y obligatorio, pensá en una Pascua social, preventiva y obligatoria: porque nunca estamos solos, porque nos previene de todo tipo de males y… más que obligatoria te diría: ¡Obligate a vos mismo a dar ese paso! Es por tu bien 🙂
#QuedateEnCasaConJesús
¡¡¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!!!