El arte es una expresión del ser humano por aquello que vive, siente y experimenta, pero los artistas no hacen arte sólo en sus obras, también la hacemos todos con las cosas simples y bellas del día a día.
Así lo hace Mili Llerena, que desde su sonrisa y su imagen sencilla y alegre, sus gestos y sus palabras, expresa toda su gratitud y maravilla por saberse hija amada y abrazada por Dios. Tal era ese sentimiento en su ser que desde chica y toda su vida volcó sus emociones, sensaciones, alegrías y tristezas en cuentos, poesías y canciones.
Ella nos cuenta que al comienzo eran creaciones sencillas y divertidas, pero con el tiempo y en medio de una crisis, una búsqueda interior de la felicidad, brotó su primera canción, «En camino a ser feliz». Su círculo cercano la motivó a mostrar su arte y potenciarlo, lo que fue derivando en nuevas y más canciones.
Mili nos revela que todas sus canciones fueron escritas en los momentos más cruciales de su vida, momentos a veces positivos y otras no tanto, pero que generaban la necesidad de expresar lo que sentía y ponerlo en palabras, en melodías. Lo que había hundido en una crisis, crecía y seguía su camino saliendo de ella, generando frutos visibles de su crecimiento que podía ver de la mano de Dios.
«Generalmente, los momentos en los que más escribo son los momentos de crisis, de cruz».
Desde entonces Él siempre fue la motivación de sus canciones, que surgen cuando nacen, cuando surge la inspiración, cuando la vida desbordante de emociones y sentimientos revela la necesidad de ser liberados. «Generalmente, los momentos en los que más escribo son los momentos de crisis, de cruz, y lo que me motiva al escribir y componer es darme cuenta de que eso que me está pasando a mí le puede estar pasando a cualquiera, porque son letras de cosas sencillas y cotidianas, y que puede ayudar a otro que se sienta identificado», nos cuenta Mili con sencillez.
«La música en mi vida es todo».
«La música en mi vida es todo, porque es lo que me ayuda a conectar con Dios en mi vida de Fe, conmigo misma y con los demás. Porque puede expresar mucho mucho de forma sencilla, en pocas palabras o hasta sin palabras con una melodía; creo que la música es una gran manera de comunicar y de atraer, porque la música, como cualquier expresión artística, atrae», con emoción contenida en la voz, Mili nos muestra su reflexión acerca del rol que tiene el arte en la Iglesia, consciente de que el arte es belleza y de que lo bello atrae y eleva el alma y acerca al hombre a Dios, ve en el arte, especialmente en la música, un gran medio para conocer mejor a Dios, una herramienta de autoconocimiento, para poner en palabras lo que uno lleva dentro, una vía para conectar e identificarse con otros y unir a las personas.
«El arte es el camino de muchas personas para conocer a Dios, porque conecta desde las emociones y lo puede experimentar a través de la música, la pintura, la danza y todas las expresiones artísticas. Por eso hay que cuidar y fomentar el arte, porque te llena el alma, te emociona y es como estar tocando el cielo con los sentidos».
«Hay que cuidar y fomentar el arte, porque te llena el alma, te emociona y es como estar tocando el cielo con los sentidos».
Este año Mili publicó su primer EP «Vale la pena» en Spotify. Un sueño que iba madurando desde hacía tiempo, pero que no fue hasta el año pasado que todas las condiciones se dieron para poder grabarlo y producirlo. «Recuerdo que en alguna de mis libretas de chica, en las típicas listas de ‘sueños que quiero cumplir’, uno de ellos era grabar un CD».
El 2020 y la cuarentena imposibilitaron hacerlo en ese momento, pero el tiempo de descanso sirvió para realizar todo el proceso de patentar las canciones y planificar la producción. «Otra de las cosas que escribí en algún momento en mis notas viene relacionado a una de las parábolas que más me gusta, la Parábola de los talentos; si Dios te regala un don uno puede elegir si explotarlo para que de frutos, yo encontré en la música una manera de misionar, a partir de un don que me regaló Dios de hacer música, si puede llegar a la gente, conmoverla, ayudarla a rezar, sentirse identificada, entonces tengo que ponerla al servicio, dejarme ser un instrumento de Dios», a partir de recuerdos y de pensamientos que algún día habían bajado al papel, Mili desarrolla el proceso de «Vale la Pena».
Canciones que muestran un camino de crecimiento, un recorrido de Fe, una muestra de un mundo interior tan particular pero a la vez compartido con otras personas y con Dios. «Vale la pena», es un reflejo de un alma que pasa por situaciones similares a muchas otras, pero que descubrió que los momentos de cruz, de sufrimiento, de dolor, si se viven de la mano de Jesús, se pueden transformar en momento de mucha paz, de gozo y traer mucho fruto.
«Como me dijeron alguna vez algunos sacerdotes, ‘acá en la tierra vale penar, porque cuando uno elige vivirlo de la mejor manera posible, dando gloria a Dios y aceptando el dolor y el sufrimiento, Él lo transforma en gozo y paz». Con la imagen de Simón de Cirene, Mili nos propone abrazar la cruz con Jesús para encontrar la alegría en el dolor, y concluye recurriendo a una de sus canciones: «Vale la pena vivir y vale la pena jugársela por Dios porque creo que ahí está la verdadera felicidad».
Dones y talentos puestos al servicio de Dios, que muestran y dejan belleza en el mundo, una belleza que atrae y que, como todo lo bello, refleja la grandeza de nuestro Padre, que nos acerca y nos encuentra con Él y en Él.
- Mili Llerena es una cantautora y maestra argentina que en 2021 publicó su primer álbum «Vale la pena» en Spotify. Escuchá sus canciones aquí y conocé más sobre ella en @milillerena