Todo empezó cuando se cerraron los colegios durante la pandemia. La hermana Jose Cattaneo se sintió “atada de pies y manos” para anunciar el Evangelio, su más grande deseo como religiosa. “Amo a Jesús, pero mi misión es evangelizar. Si estoy encerrada mucho no iba a poder hacer”, comentó. Así fue cómo surgió el apostolado a través de la red social que comenzó a ganar popularidad en el 2020: Tik Tok.
Muchos la bautizaron como “la monja tiktokera”. Ella solo se considera una enamorada de Jesús. Conoció Tik Tok por el grupo de Whatsapp de sus amigas de colegio, y en la oración fue sintiendo el llamado a evangelizar por las redes sociales. Al principio le costó entender el funcionamiento de la plataforma, así que desistió, pero al rezar, el corazón se seguía inclinando por volverlo a intentar. Hoy tiene más de 185 mil seguidores en Tik Tok y 79 mil en Instagram.



Jose es oriunda de Magdalena, provincia de Buenos Aires. Tiene 27 años y hace 10 ingresó a la congregación de las Hermanas Mercedarias del Niño Jesús, y ya van seis desde que realizó sus primeros votos y está próxima a realizar los perpetuos. Hoy se encuentra residiendo en Tunuyán, Mendoza, junto a otras cuatro hermanas. Además de su apostolado virtual, se dedica a la preceptoría en un colegio y al acompañamiento de grupos juveniles. En diálogo con Iglesia Millennial, la hermana comentó sus motivaciones y dificultades en el camino de misión digital.
«Hay muy poca gente que está deseosa de buscar a Dios. Para que la gente pueda leer algo de Dios, tenés que provocarlos»
A pesar de confesar que comenzó siendo muy principiante, y que incluso pasó dos años como misionera en Ecuador casi desconectada de los teléfonos celulares, en la actualidad parece toda una experta en redes sociales. Sus publicaciones y videos se caracterizan por los diálogos, los memes, las “caras graciosas”, las hermanas bailando, algo que desconcierta a sus seguidores no católicos.
“Creo que el humor y los memes son una forma de captar la atención. Hay muy poca gente que está deseosa de encontrarse con Dios, de buscar a Dios. Para que la gente pueda leer algo tenés que provocarlos”, opinó. En sus videos de Tik Tok aparecen comentarios como: “¿En serio es monja?”, y se muestran sorpresivos por su alegría y por verla bailar canciones populares con el hábito de religiosa.
Además de los videos graciosos, Jose dedica su cuenta de Instagram a fomentar la oración, en especial la del rosario, que lo reza todos los días a las 18, con la transmisión de vivos que realiza con ayuda de dos colaboradoras. Este apostolado comenzó siendo una propuesta para una novena a la Virgen de la Merced, en el año de la pandemia, pero continuó porque los seguidores lo reclamaron: “Cuando 50 personas te piden el rosario, vos no podés decirle que no. Creo que la Virgen es la que sostiene mi misión, y es una forma de permitirle a la gente que también se encuentre con María”, señaló.
En cuanto a esta devoción, la hermana mencionó que ha recibido muchos testimonios: “De gracias que le han pedido a la Virgen, de sanación, de gente que ha rezado para que se le pase el pánico, o que no conseguían trabajo, y me escriben que, gracias a la Virgen encontraron”, comentó y agregó: “Una joven me escribió que quería abortar, la invité a rezar el rosario y no lo hizo. Y también personas que han tenido cáncer y el rosario se volvía una compañía en su tratamiento o en sus quimios”.



Si bien recibe comentarios de mucho agradecimiento, las críticas no se ausentan. Jose reconoce que le han escrito cosas muy fuertes y dolorosas como: «No deberías llevar la investidura«, “sos una ridícula, ni a monja llegás«. Sin embargo, admite que eso no la paraliza porque es el anuncio del Evangelio lo que la mueve.
Con relación a esto, exhortó: “La evangelización digital es anuncio, es misión y es lo que todo cristiano católico está llamado a hacer. Con ocasión o sin ocasión den a conocer a Jesús. Está en la esencia, en el origen, en el centro de todo católico. Cualquier persona que la pasa algo lindo y algo bueno lo comunica. Todos deberíamos buscar la forma de anunciar, nuestra vida es testimonio, no estar encerrados”.
«Vamos a tener que dar cuenta a Dios por todas las veces que pudimos anunciarlo y no lo hicimos»
Y añadió: “Esto es algo muy de este tiempo. Antes la gente se acercaba a la iglesia. Hoy si no salís a buscar a la gente, no se acercan a Dios. Por eso también vamos a tener que dar cuenta a Dios, por todas las veces que pudimos anunciarlo y no lo hicimos”.
Por último, la hermana resaltó que ella no divide su vida personal de su cuenta de evangelización. “Lo que soy es lo que muestro. No oculto nada de lo que soy en Instagram ni en las redes. Apuesto un Dios simple y cercano”.
Me encanta esa actitud!!! Gracias!!!
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