Volviendo a nuestras raíces: IM y la evangelización digital

Hace poco tiempo tuve la gracia de volver, después de 20 años, al lugar donde comenzó mi fe, donde considero que hubo una conversión en mí, donde todo cambió. Recorrer esos lugares después de tanto tiempo —y ya como sacerdote— fue una experiencia única, a la vez que me ayudó a recordar algunas cosas que había vivido y que yo mismo decía en aquel tiempo. Me ayudó a volver a mis raíces. Siempre, siempre, hace bien volver y volver a ese primer llamado…

Hoy, les proponemos hacer algo similar desde Iglesia Millennial. Año a año nos vamos repensando para seguir caminando y creciendo, pero intentando no perder nuestra esencia. ¿Para qué está Iglesia Millennial? ¿De qué manera en este 2024, con más de 5 años de vida, podemos responder a su misión?

Una de las cosas más esenciales es que intentamos sumarnos a la misión evangelizadora que tenemos todos los cristianos, respondiendo al llamado de Jesús: «Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos» (Mateo 28, 19). De manera concreta, por medio de las plataformas digitales, entendiéndolas siempre como un medio y no como un fin. Por supuesto, hay muchos desafíos, interrogantes, límites e incluso aspectos negativos en esta dimensión1. Pero intentamos hacer siempre hincapié en los aspectos positivos y las ventajas que estos medios nos brindan o nos pueden llegar a brindar. Así comenzó hace más de 5 años y hoy seguimos abiertos, repensándonos en diálogo permanente y caminando, ya sea a un ritmo lento o despacio. Pero marchando, de la mano de Jesús, de María y de nuestro patrono Carlo Acutis.

Como señalamos en nuestra página al presentarnos, «cada una de nuestras publicaciones tiene una antesala: nuestro corazón. Quienes integramos este proyecto buscamos comunicar al Dios que vive en nosotros, como servicio desinteresado. Habiendo conocido a Jesús, nuestro mayor regalo, queremos compartirlo con otros». Como dice también la Palabra, «no podemos callar lo que hemos visto y oído» (Hechos 4, 20). Cada uno de nosotros pone de su parte, su carisma, su servicio, su tiempo a la hora de hacer algo en Iglesia Millennial. Pero una verdad que no hay que dejar de lado es la siguiente: primero hay que ser para luego hacer. Si estamos haciendo constantemente cosas y nos vamos alejando de nuestro ser más profundo, no sirve. En nuestra identidad, en nuestro ser más profundo, encontramos nuestra vocación, el llamado de Dios, general y también concreto en el día a día. Podemos caer en la tentación de Marta que por hacer (que está bien, hay que hacer cosas, hay que servir y dar la vida) termina quejándose de su hermana que está a los pies de Jesús. «Sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada», le respondió el Señor (Lucas 10, 42). ¡Cuántas veces olvidamos esta verdad que el mismo Jesús dice!

Ahora bien, volviendo a nuestra misión, como evangelizadores digitales intentamos llegar a lugares donde de otra manera no se podría. Queremos visibilizar aquellas cosas que hay en nuestra Iglesia y que muchos desconocen. Intentamos ayudar a tener una mirada de fe en la realidad personal y actual como sociedad. De la mano de Carlo, nuestro patrono, con su ejemplo de vida e intercesión, nos enriquecemos e intentamos vivir y transmitir el llamado a ser santos por medio de su kit de santidad: la misa, la eucaristía, la reconciliación, la lectura de la palabra, el rosario y el servicio.

Iglesia Millennial, como un miembro más del Cuerpo de Cristo, intenta estar unido a la Cabeza y en comunión con el resto de los miembros. No nos importa si somos un dedo, una mano o un pedacito de uña. Queremos permanecer en el amor y sumar como Iglesia viva.

El desafío es para todos, no solo para Iglesia Millennial. ¿De qué manera vos sos parte de este llamado a evangelizar? ¿Te animás a hacerlo en estas plataformas también? ¿Qué miedos encontrás? ¿Qué límites ves en vos?

Concluimos citando un párrafo del documento señalado a pie de página: «¿Quiénes podrán descubrir esta Iglesia renovada? Los buscadores, los pioneros, los caminantes, los que no permanecen instalados… Ellos serán capaces de poder descubrir esta Iglesia que no se queda quieta, que está en salida, que se parece a un hospital de campaña, Iglesia samaritana en medio de la humanidad. Muchos de esos buscadores, hace tiempo ya, salieron al mundo digital». Como miembros de Iglesia Millennial, nos consideramos inquietos buscadores y caminantes. Como dice la canción «El cazador»: «Me haz forjado caminante, buscador de horizontes… Señor, que esté mi corazón velando ardiente, cuida que no me olvide de mi destino… Sólo vivo si pongo mi esperanza en lo alto…». Amén.

  1. Si te interesa un poco más el tema, podés entrar a https://www.sinododigital.com/ y leer algunas conclusiones y realidades que se fueron abordando durante el sínodo de la Iglesia en el marco digital: «Síntesis de la etapa continental del sínodo digital» ↩︎

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