Para muchos es el dibujante del II Encuentro Nacional de la Juventud. Varios comparten en historias de Instagram sus dibujos de Jesús y de los santos, con rostros alegres y miradas cómplices. Algunos hasta tienen guardados en WhatsApp los stickers de la oveja perdida y otros personajes. Detrás de esa pluma está Cristian Camargo, @CrisDibujante92 en las redes, que más que un artista plástico es un misionero de Cristo a través de sus dibujos.
Cristian estudió Artes Plásticas en la Universidad Nacional de La Plata y hoy vive de lo que ama: dibujar. En medio de unas semanas llenas de trabajo, dialogó con Iglesia Millennial y compartió cómo fue la progresiva búsqueda y formación de su vocación. Sin dudas, un camino marcado con fe y determinación: “Cuando terminé el secundario no lo dudé. Sabía que quería ser dibujante y que algún día lo iba a ser”, expresó Cris.


El estilo de Cristian es inconfundible. Sus figuras parecen presentar euforia y entusiasmo, como si sus personajes nos invitaran a charlar con ellos. “Mis dibujos reflejan lo que pienso. Yo me imagino a Jesús alegre”. Sus trabajos se parecen a lo que es Cris, una persona sociable y feliz, que le gusta pasar tiempo con sus amigos tomando mate.

De una familia marplatense y católica practicante nacieron cuatro hermanos varones, uno mayor y los menores trillizos, entre los que se encuentra Cris. Sus padres les transmitieron la fe, pero siempre respetando su libertad. Cuando el joven les contó que quería ser dibujante y mudarse a La Plata, su mamá lo apoyó: “Ella había pensado estudiar arte y fue algo que le quedó pendiente. Cuando le dije que quería ser artista me incentivó mucho, aunque tuviera que estar a 400 kilómetros”, compartió Cris.
Cristian confesó que cuando era chico no era muy atento a las propuestas de la Iglesia. “Iba a misa domingo de por medio y vivía en Júpiter”. Un día le tocó ir a dar una charla a un encuentro de catequistas y se encontró con su catequista de comunión. La mujer no pudo disimular su sorpresa al verlo: “En las clases yo iba a joder y hacer chistes. Con mi hermano le hacíamos la vida imposible, nos escapábamos del aula. Ella no podía creer que era el mismo que ahora hace los dibujos que usa para los chicos”, comentó.

La entrega de su profesión a Dios comenzó como fruto de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, en 2011, a partir de la charla con una voluntaria que estudiaba abogacía. Ella le comentó su preocupación al no poder relacionar su carrera con la fe, y eso a Cris le quedó resonando. Se dio cuenta de que no estaba haciendo nada para articular esos dos ámbitos centrales en su vida. En ese entonces, el joven con 19 años se encontraba en la búsqueda de su estilo personal porque “ese es el trauma de todo dibujante que recién arranca”, explicó Cris. “En ese momento me di cuenta de que lo primero que hay que buscar es lo que querés transmitir”, declaró.

En la actualidad, Cristian trabaja como dibujante freelance para varias editoriales católicas, entre ellas Bonum y PPC. También es quien gráfica varios íconos del portal evangelizador CatholicLink. Su lugar de trabajo preferido es el escritorio de su habitación: “Estoy más de ocho horas laburando. Aunque sea lo que me gusta trato de medirme porque sé que no hace bien, pero es un trabajo como cualquier otro.”
Cuando los dibujos de Cris llegaron al II Encuentro Nacional de Juventud en Rosario, su vida profesional creció mucho: ahora era conocido por jóvenes y adultos de todo el país y cada vez más grupos y movimientos lo llamaban para pedirle dibujos. Sin embargo, para él no significó un gran cambio: “Yo sólo hice un par de dibujos y después la gráfica los mandó a imprimir. En el ENJ no tuve contacto con la gente. Lo que a mí más me transforma es estar con los nenes de un hogar pintando un mural”, manifestó Cris.


Después de una experiencia en la JMJ de Panamá, Camargo empezó a pintar murales en distintas regiones del país para hogares, colegios, parroquias y diversos espacios pastorales. Todos sus fines de semana están ocupados hasta fin de año con distintos pedidos. “En 2018 me surgió la idea de hacer una misión de murales que después siguió sin organizarla. No es que me puse a planificar una gira de murales”, explicó el dibujante.

Es que la «gira» espontanea de Cris se fue dando cuando, a través de las redes sociales, muchas personas vieron su arte y lo llamaron para pintar. En los días próximos estará viajando a Venado Tuerto, Mar del Plata, Córdoba y Jujuy, “uno tras otro”, según indicó. “La gente piensa que estoy haciendo un esfuerzo por hacer tantos viajes, pero para mí no implica un sacrificio. A mí me encanta viajar y amo pintar, entonces estoy haciendo las dos cosas”, recalcó.
Cris no cree que los artistas deban actuar «sin filtro». En cambio, explicó que, sobre todo aquellos que tienen más seguidores, deben actuar con responsabilidad. “Soy consciente de que a partir del ENJ muchos jóvenes argentinos se sienten identificados con mis dibujos y tengo que tomármelo en serio. Trato de dar un mensaje de paz o sobre el cuidado del medioambiente. Asumir lo que hago con compromiso es un intento por trabajar para la santidad”.
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