Recuperar el sentido de la Navidad

La Navidad muchas veces se centra en los regalos, en la comida, la decoración, el “qué me pongo”, el brindis. Por este motivo, los jóvenes de la parroquia Santa Magdalena, del barrio porteño de Villa Pueyrredón, buscan “vivir una navidad diferente”.

Este 2021, la «Misión de Navidad» de la comunidad está cumpliendo 10 años, luego de trascender varias generaciones de jóvenes. Iglesia Millennial dialogó con Joaquín Casaburro, fundador de la iniciativa, y Julieta Villarino, dirigente en la actualidad.

«Que lo central esté puesto en el mensaje de Jesús»

La idea comenzó en el 2011, luego de que los jóvenes regresaran de una misión en la Quebrada de Humahuaca, en Jujuy. Joaquín, en ese entonces, tenía 20 años y coordinaba el grupo del colegio Nuestra Señora de la Unidad (INSU). “Nos quedábamos con las ganas de vivir eso que vivíamos a 1500 kilómetros, también en la parroquia, en el barrio”, confesó.

Así, la propuesta se volvió algo concreto y se fue reinventando a lo largo de estos años. “El principal objetivo que siempre tuvo la misión fue el de ayudarnos a todos en comunidad para vivir una Navidad distinta. Que lo central esté puesto en el mensaje de Jesús que nos invita a todos a nacer de nuevo, a nacer en los vínculos, a animarme a que puedo transformar el barrio. Es un espacio para recuperar el sentido de la navidad”, aseguró Joaquín.

La misión es organizada por un grupo de jóvenes ya egresados que invitan a los chicos de tercero a quinto año. Es una forma de conectar la parroquia con el colegio y acercar a los adolescentes a vivir una Navidad única, con el foco puesto en el mensaje de esperanza de Jesús.

«Vivir una Navidad distinta»

En resumen, la iniciativa consiste en cuatro días de intensa misión por el barrio, en el que se dedican a llevar alegría por las calles, escenificar un pesebre viviente, visitar geriátricos, organizar noches de caridad, pintar murales, entre otras. Los jóvenes pernoctan en el colegio y así, por la mañana y por la noche se dedican a fortalecer el pilar de la espiritualidad, con momentos de oración y reflexión.

A Julieta le tocó coordinar la misión en uno de los años más complejos: la pandemia. Ya no podían organizar las actividades fundamentales de la misión, como la visita a hogares de personas mayores o a hospitales. “Tuvimos que repensar por completo la misión navideña porque no sabíamos realmente si iba a salir tan bien como venía saliendo siempre. Pero creo que superó ampliamente nuestras expectativas”, agradeció Juli.

«Contagiar esta alegría que vivimos todos los misioneros»

El principal fruto, según Julieta, “es poder contagiar esta alegría de misionar. La mayoría que empieza a venir son chicos de tercer año que capaz que nunca tuvieron una experiencia anterior en relación con la misión y tampoco en relación con la fe. El fruto es contagiar esta alegría que vivimos todos los misioneros: contagiar a los más chicos para que sigan este camino tan lindo”.

El lema principal de la misión de este año es “Jesús nace en el barrio”, y el propósito “es poder demostrar todo el tiempo esa alegría que tiene el nacimiento de Jesús. Poder llevarlos a todas las personas en nuestro barrio y también ver una realidad diferente”, señaló Julieta.

La diversidad de las propuestas requiere de mucha organización y trabajo en equipo. Por tal motivo, Julieta comentó que comienzan a preparar la misión ya desde los primeros meses del año. Los dirigentes son tres y, además, hay grupos coordinadores por área: mural, pesebre, visitas, logística y oración. También hay adultos que colaboran, entre ellos, padres de alumnos y profesores.

Julieta confesó que, desde su primera experiencia como misionera, cuando estaba en tercer año de secundaria, en el 2015, la Navidad se resignificó para ella y nunca más la vivió de la misma forma. Así, se dio cuenta de que “la navidad es contagiar esa alegría de que Jesús está vivo. No solamente es un compartir con la familia cercana, sino que desde la misión intentamos compartir con toda una comunidad más grande”.

«Nadie se puede quedar afuera»

Por último, concluyó afirmando que “es necesario esta preparación antes de la Navidad, y poder dejar de lado algo para servir al otro es hermoso”.

Joaquín, por su parte, terminó asegurando: “Con la Navidad podemos decir que ya no hay nada más imposible. Y de ahí la esperanza de todo un pueblo. Si Dios vino y se hizo carne, entonces todos podemos ser felices, todos podemos participar de los bienes que nos corresponden, los bienes comunes. Y por eso la Navidad es alegría, fiesta, y nadie se puede quedar afuera”.

Para más información de la Misión Navideña, podés entrar a su página de Instagram.

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